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El siglo XVIII es un período de la historia de la humanidad con luces y
sombras. Muchas fueron las corrientes filosóficas, científicas, económicas y
políticas que se desarrollaron encontraron seguidores y detractores.
En el tema anterior en el que abordamos las características principales de
la Revolución Científica, el surgimiento del Renacimiento y el
Humanismo como movimientos intelectuales que cambiaron la visión que el hombre
tenía del mundo que acabò con las rémoras del antiguo régimen feudal, revisábamos las diferentes miradas que dieron las mujeres y hombres de
ciencia al mundo que le rodeaba y a las posibilidades de mejorarlo o
transformarlo.
Los estudiosos de la historia moderna coinciden en que las grandes
transformaciones de las sociedades europeas y americanas se produjeron a partir
de dos grandes y enconadas luchas por la libertad y la igualdad y la
Independencia de las trece colonias inglesas en 1776 y la Revolución Francesa
en 1789 respectivamente. Sus causas son múltiples, sin embargo podemos encontrarlas en la lucha
por la libertad y la igualdad del individuo, el cuestionamiento al privilegio de la
aristocracia y la nobleza, hasta la imposibilidad de la mayoría de la población
(campesinos) de obtener las más mínimas condiciones de vida.
El triunfo de la independencia de las colonias inglesas, influenciado por
el proceso de desarrollo político y los aires de libertad que se vivían en Europa desde el siglo XVI.
El siglo XVII fue definitivo para los colonos. Aproximadamente un millón de
ciudadanos empresarios europeos habían emigrado a Norteamérica que
actualmente se conoce como Estados Unidos. La organización utilizada por los
británicos en cada una de sus colonias aseguraba la lealtad y garantía de la estabilidad política de la
metrópoli, al nombrar un gobernador de éstas a representantes delegados suyos.
La corona británica se ocupaba de nombrar un gobernador, pero cada colonia
disponía de un organismo representativo en forma de asamblea que a su vez era
elegida con el objetivo de encargarse de dirigir las negociaciones con los
representantes de Londres y discutir el volumen de los impuestos. Las colonias
del norte formaban la llamada Nueva Inglaterra.
En Boston, por ejemplo, predominaba la burguesía con una moral social
impregnada por el rigor puritano heredado de la Europa revolucionada, formada por pequeños propietarios agrícolas y
ganaderas, comerciantes, marinos y pescadores.
Los esclavos en esta economía eran escasos comparados con la región sur.
En las colonias del sur (Virginia, Georgia, Carolina del Norte, Carolina
del Sur…), por el contrario, desarrollaron la explotación agrícola, allí el cultivo del tabaco y
algodón era intensivo; de ahí, el uso de la mano de obra esclava en abundancia.
Muy pronto, las diferencias económicas y socio culturales del Norte y el Sur
produjeron contradicciones profundas, además a esto se sumó la competencia con
los colonos franceses establecidos en el territorio de Canadá.
Gran Bretaña endureció su política cada vez más hostil. El monopolio
comercial se hizo más terrible hacia el comercio exterior, reprimiendo las
tentativas de contrabando de las colonias. El parlamento inglés aprobó una
serie de leyes perjudicando gravemente los intereses americanos introduciendo medidas que recrudecieron las relaciones entre los colonos y la metrópoli se
mencionan:
1) Se
les prohibió a los colonos americanos establecer nuevos asentamientos al oeste
de los Montes Apalaches.
2) Prohibición
de instalación de nuevas fábricas en Ultra mar, para evitar frenar la
posibilidad de expansión industrial y comercial.
3)
La metrópoli impuso un nuevo impuesto dirigido
a gravar los documentos públicos, la prensa e imprenta. Esta ley fue promulgada
en 1765 como la Ley del Timbre (Stamp
Act). Fue puesta en vigencia sin tomar en cuenta la opinión de los colonos.
4)
Una
ley que derramò el vaso, fue la dictada en 1767, en la que se le otorgaba
nuevos y mayores impuestos a las
importaciones de las colonias americanas.
El 5 de marzo de 1770, estalló en la ciudad de Boston el primer motín de
una larga lista de sublevaciones dirigidas por líderes regionales. Se
repitieron tres años después en 1773. En otoño de 1774 reunidos en Filadelfia,
el Congreso continental, elaboró la declaración de los derechos de los
contribuyentes de las colonias americanas, decidiendo el cese del comercio con
la metrópoli inglesa, en tanto no se restableciera la situación que regía en
1763.